Me dio un lugar en el vacío
De una mancha blanca
El ruido molesto del orgullo
En el murmullo insensato
De la tarde.
Las partes de un discurso
En el mismo curso
Del destino
Que arde,
Que arma
Y desentierra.
El mismo que mira
Y para la oreja.
Me dió, sin más
El riego de unas emociones
¡Que luchan!
Y al fin
Se dejan caer por la mejilla fría.
Así me dió,
Por la luz de la hendija
Que su corazón partido no cura.
Con el soplo secreto
Que un beso,
Una caricia
Despide sin querer
Y sin pedir permiso.
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