Deber del sol
El sol,
no solo es mi sol en invierno;
Cuando es amarillo y deseable,
me acaricia el pulgar con que lo tapo,
(pase lo que pase)
para que no cargue mis ojos
con luminosidad imparable.
Mi sol arde en crudo, inestable.
Se hace amable por el viento,
se mece en flores y cabellos.
Merece ser mío, como de todos,
(Pase lo que pase)
que lo ven nacer y morir;
Tanto como ellos o yo mismo.
El sol, mi sol, nuestro sol,
Susurra:
en techos y veredas, en calles
con árboles y pájaros;
Que así como él,
Debería ser el agua, la tierra y el aire.
Que así como él,
Deberíamos ser.
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