Erosionar

Poder ser,
minutos antes de marchar,
valdría la espesura de la vida.

Ser ese sol
contra el helado cristal:
amanecer de un domingo invernal.

Canto que templa,
un suspiro vibrante:
pasos de una certeza distante.

Inentendible deseo,
¿por qué dormiste tanto?
Al cobijo de mi sangre;
abrasando mi quietud;
pintado en los días silenciosos.

Hoy, es tu fin.
¡Hoy serás!
Nacerás del mensajero
que se aprovecha
de todos mis secretos.

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